lunes, 30 de junio de 2008

RAMON NOVARRO (1899-1968)



UNA MUERTE SORDIDA

Por Jesús Iglesias Lerroux

Llamado en realidad Ramón Gil Samaniego y nacido en Durango, México, fue un actor que, habiendo escalado las más altas cimas del cine mudo, se eclipsó a la llegada del cine parlante. Mucho influyó en su declive la desastrosa vida que llevaba y que lo condujo, finalmente, a una muerte indigna.

Ramón Novarro murió asesinado en su residencia cercana a Los Angeles, a los 69 años, durante una orgía de homosexuales. El crimen reveló al mundo la vida de disipación que llevaba el celebérrimo intérprete de “Ben Hur”, primera versión.

Novarro fue arrestado varias veces por manejar ebrio. En una ocasión se le sometió a juicio por provocar un choque en Valle de San Fernando y fue entonces cuando declaró a los periodistas: “La vida ya no tiene ningún significado para mí...”.

Su muerte fue ciertamente horrible, pues sus verdugos no lo mataron con prontitud, sino que lo torturaron por horas y finalmente lo mutilaron en una vorágine de bajas pasiones. Por supuesto, no era la primera vez que Novarro se veía inmiscuido en escándalos de homosexuales... pero sí la última.

Como actor del cine silente, Novarro fue uno de los más famosos y mimados. Desde que se afincó en Hollywood destacó por su personalidad, finas maneras e impresionante físico. Se convirtió rápidamente en el más popular “latin lover”, hasta que lo desplazó Rodolfo Valentino.

Hizo su primera aparición en el cine en 1918 con “El prisionero de Zenda”. Posteriormente filmó “Scaramouche”, “El pescador de perlas”, “El árabe”, “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, cinta que después superaría en todo sentido Rodolfo Valentino, y “Mata Hari”, donde Novarro compartió créditos con la mítica Greta Garbo. Sin embargo, ninguna película hizo que lo aclamaran tanto como “Ben Hur”, donde encarnó a Mesala.

En 1950, después de haber pasado muchos años retirado del cine, volvió a los sets en papeles secundarios.

Viajó a México e hizo “La virgen que forjó una patria”, con Gloria Marín, cinta que resultó un fiasco. Aquellos días en que Greta Garbo, Gloria Swanson y Pola Negri se disputaban el honor de ser sus coestrellas, habían quedado muy atrás. Novarro, viejo, desdentado y casi calvo, comprendió que nada tenía que hacer en el cine, ni siquiera de comparsa. Fue entonces cuando se lanzó de lleno por la pendiente del vicio.

En aquella orgía de homosexuales, Ramón Novarro encontró, al fin, la paz que venía reclamando. Fue enterrado en medio de una gran expectación... en tanto que sus asesinos se perdían en las sombras.

sábado, 28 de junio de 2008

AGUSTIN DE ANDA (1934-1960)


ASESINADO POR UN PADRE IRACUNDO

Por Jesús Iglesias Lerroux

El 29 de mayo de 1960 la familia fílmica mexicana, que aún no se reponía del asesinato de Ramón Gay, ocurrido 24 horas antes, se cimbró de nuevo con la muerte, a balazos, del joven galán Agustín de Anda.

Agustín, acompañado de su novia Ana Bertha Lepe, entró al centro nocturno “La Fuente”, en la céntrica avenida Insurgentes de la capital mexicana, donde la actriz iba a presentar su show.

Apenas habían cruzado el umbral cuando un hombre de regular estatura, rechoncho y ciertamente iracundo, abordó a la pareja. Ana Bertha vio a su padre, el capitán Guillermo Lepe, y se sobresaltó. Agustín preguntó entonces:

—¡Qué quiere de nosotros! ¡Déjenos en paz...!

El capitán Lepe, que no aprobaba el noviazgo del actor con su hija, pronunció algunas palabras altisonantes. Agustín tomó del brazo a Ana Bertha, dio la espalda al capitán Lepe y se dirigió hacia la escalera de mármol que conducía al interior de cabaret.

El capitán Lepe gritó:

—¡Vuélvase...!

Y cuando Agustín se separó de Ana Bertha e hizo frente al capitán, este accionó la pistola que llevaba en la mano. Dos impactos dieron en la frente de Agustín y uno más se alojó en el estómago. Todos eran mortales de necesidad.

De acuerdo a lo declarado por el padre de Ana Bertha, Agustín había seducido a su hija y ésta accedía a salir con él sólo por temor. Otras versiones aseguraron que, en realidad, el capitán Lepe temía que, de casarse Agustín con su hija, lo desplazaría como “manager” de la actriz, que era en realidad lo que hacía, pues no trabajaba en ninguna parte.

Ana Bertha surgió al cine después de obtener el cuarto lugar en el concurso Miss Universo, en 1954.

Después de la muerte de Agustín de Anda se alejó por un tiempo de la escena y, cuando consideró que había transcurrido un lapso prudencial para volver al cine, lo hizo convencida de que triunfaría. También ha destacado en televisión.

Agustín de Anda actuó las  las películas “Remolino”, “La cárcel de Cananea”, “Los desarraigados”, “La estampida”, “Quietos todos”, “La máscara de carne”, “Enemigos” y una veintena más,  y era considerado como uno de los actores más prometedores del cine mexicano.

El capitán Lepe purgó una condena relativamente breve y, ya en libertad, no volvió a intervenir —por decisión propia o por rechazo de su hija— en las actividades artísticas de la actriz.

jueves, 26 de junio de 2008

RAMON GAY (1917-1960)


ACRIBILLADO POR UN MARIDO OFENDIDO

Por Jesús Iglesias Lerroux

Frente al número 59 de la calle Rhin, en la ciudad de México, un hombre y una mujer charlan en el interior de un automóvil.

Repentinamente, un hombre alto y robusto golpea con los nudillos el vidrio del parabrisas. Por su actitud —y por su gesto— está fuera de sí. El hombre del automóvil abandona el mismo y se enfrenta al sujeto. Este lo aparta de un empellón y saca casi en rastras a la mujer.

Cuando el hombre más joven sale en defensa de su acompañante, el otro individuo saca una pistola y dispara a quemarropa contra su oponente.

Así se desarrolló el drama que costó la vida del actor Ramón Gay el 28 de mayo de 1960. Su asesino fue el ingeniero José Luis Paganoni, ex esposo de la actriz Evangelina Elizondo, acompañante asidua de Ramón Gay.

Paganoni eludió la acción de la justicia durante un mes y, finalmente, se presentó ante las autoridades. Declaró ante el juez que Ramón Gay y su ex esposa estaban cometiendo actos inmorales en el interior del automóvil y que, como aún amaba a la que fuera su mujer, se ofuscó y le reclamó al actor. Cuando este trató de agredirlo, dijo, disparó contra él.

La condena de Paganoni fue breve. Abandonó la cárcel y nadie supo más de él.

Ramón Gay, que contaba al morir 43 años, fue ferrocarrilero antes de incursionar en el cine. Su primera película fue “El ropavejero”. Su última actuación: “Muñecas infernales”, donde compartió créditos con la también desaparecida Elvira Quintana.

Ramón Gay fue protegido de Arturo de Córdova, con quien mantenía una estrecha amistad y con el que actuó en varias cintas.

Su muerte constituyó una sensiblera manifestación de duelo, toda vez que Ramón Gay era uno de los galanes más cotizados y populares del cine azteca. Centenares de personas acompañaron el cortejo hasta el cementerio. 

La única ausente fue Evangelina Elizondo.