El MAS INTERNACIONAL DEL CINE AZTECA
Por Jesús Iglesias Lerroux
Hospital Universitario de los Angeles, California. Un hombre maduro, bastante apuesto aún no obstante las huellas que le ha dejado una terrible enfermedad, amartilló bajo las sábanas un viejo Colt.
Pretextando que se le acabó el papel para escribir, pide a su esposa que le consiga más. Cuando la mujer abandona la habitación, el hombre coloca el cañón del revólver en la sien derecha y jala el gatillo.
Pedro Armendáriz fue uno de los actores más versátiles del cine mexicano y, desde luego, el de mayor preponderancia en el terreno internacional.
Nacido en la ciudad de México, Armendáriz tuvo que abrirse paso en la vida a base de tesón y voluntad férrea. Consciente de que sólo una adecuada preparación académica lo conduciría al éxito, cursó estudios secundarios en San Antonio, Texas, y finalmente se graduó en el Instituto Politécnico de California.
A su regreso a México y ante la falta de oportunidades para conseguir empleo a tono con sus conocimientos, Pedro tuvo que desempeñarse como ferrocarrilero y en la administración de un hotel.
A instancias de algunos amigos que habían integrado un grupo de teatro experimental, Pedro Armendáriz se metió de lleno en la actuación. Su apostura y personalidad, sus rasgos tan definidos y su empeño, lo llevaron al cine, donde debutó en la película “María Elena”, filmada en 1937 bajo la dirección de Raphael J. Sevilla.
El momento decisivo de su carrera fue cuando Emilio “Indio” Fernández, entonces el mejor cineasta mexicano, lo consideró el personaje típico por excelencia para una serie de películas que planeaba y que, sin lugar a dudas, figuran entre las más extraordinarias jamás filmadas en México.
Pedro Armendáriz estelarizó “María Candelaria”, “Bugambilia”, “La perla”, “Enamorada” y “La malquerida”, rodadas entre 1944 y 1949. Estas cintas dieron la vuelta al mundo entre aclamaciones del público y la crítica. La dirección de Emilio “Indio” Fernández, la fotografía de Gabriel Figueroa, y la actuación, como coestelares de Pedro, de Dolores del Río y Columba Domínguez, lograron para dichos filmes galardones internacionales.
Incorporado al cine de Hollywood, Pedro actuó bajo las órdenes de directores tan renombrados como John Ford, Stuart Herisler y John Houston.
En Europa intervino en varias cintas, entre ellas dos dirigidas por el laureado Luis Buñuel. Fue igualmente figura estelar —al lado de Sean Connery— en la serie protagónica del Agente 007 James Bond, “Desde Rusia con amor”.
A los 51 años, en plenitud de facultades, aunque físicamente quebrantado, Pedro fue enterado de que padecía un cáncer terminal.
Cuando ingresó al Hospital UCLA, ya estaba en el umbral de un fin inexorable.
Hombre de probada entereza, de gran reciedumbre, no quiso prolongar su agonía ni dejar a los suyos —sobre todo a su público— la imagen del patetismo postrero.
1 comentario:
PARA MI UNO DE LOS MEJORES ACTORES DEL CINE MEJICANO.AUN RECUERDO SU ULTGIMA PELICA AL LADO DEL AGENTE BRITANICO.L
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